Me acaban de dar una muy mala noticia. Una buena amiga está pasando por una enfermedad muy seria.

¡Cómo cambia la perspectiva cuando nos enfrentamos a un problema real! Parece que en un momento se para el tiempo, enmudecen los sonidos y se ralentizan los movimientos.

Ella e una persona como tu y como yo. Trabajadora incansable, responsable, gran profesional. Ha dedicado 30 años a su profesión y ahora de pronto, cuando pensaba en que se acercaba su merecida jubilación, se encuentra que tiene seguir luchando, peleando esta vez, por sacar a flote el único negocio importante: su propia vida.

Nadie está libre de experimentar algo parecido. Nos puede pasar a cualquiera en cualquier momento. Seguro que todos tenemos alguien cercano que ha tenido una experiencia similar y, sin embargo, no queremos verlo, no queremos ni siquiera pensarlo, preferimos vivir como si no fuéramos a morir nunca, como si hubiéramos firmado una cláusula de eternidad.

¿Qué pasará por la cabeza de todas estas persona que se encuentran frente a frente a un problema de esa magnitud? ¿Pensarán por un segundo en los problemas del trabajo?¿En aquel compañero con el que acaban de discutir? ¿En la última exigencia de su jefe? ¿En la avería del coche?

Cuando la vida da la cara, ¡qué pequeños se hacen nuestros problemas cotidianos! ¡Qué rápido cambian nuestra prioridades!

En los momentos en que la vida te da un revés, es cuando nos damos cuenta de lo que es importante. No esperes a tener un problema para apreciar lo que hay de verdad en tu vida

  • Pasa más tiempo con tus personas queridas.
  • Disfruta de la vida hasta el último suspiro.
  • Aprovecha cualquier circunstancia para alegrar el día a alguien.
  • No esperes para decir “te quiero”.
  • Pon las cosas en perspectiva.
  • Celebra el sol en tu cara, el aire en tu pelo y la risa de un niño.
  • Aprovecha cualquier oportunidad para reír y hacer reír.
  • No te tomes tan en serio.
  • Sé honesto contigo mismo.

Te deseo de todo corazón que seas capaz de diferenciar lo importante de lo superfluo. Vive tu vida tan plenamente que dejes una marca en la eternidad.