¿Te has parado alguna vez a mirar a un hámster en su rueda?
Corre y corre sin parar, como si tuviera que llegar a algún sitio.

Esa es la imagen que me bien a la cabeza cuando pienso en la vida que muchos llevamos. No estaremos en una rueda de hámster pero corremos con la misma velocidad y el mismo empeño que si realmente estuviéramos allí.

La vida que vivimos nos invita a eso. La sociedad se ha empeñando enseñarnos lo importante que es “hacer” y todos lo hemos comprado en mayor o menor medida. Hacemos y hacemos con la confianza de que algún día podremos disfrutar de todo lo que hemos alcanzado. Ponemos la vista en el futuro y nos enfocamos en llegar a ese futuro hipotético lo antes posible y con el mayor número de cosas alcanzadas,

Hay quienes convierten la vida en una carrera de obstáculos y simplemente se limitan a correr y saltar los obstáculos que se van encontrando lo más rápido posible con el único objetivo de alcanzar la meta donde ya,  por fin,  podrán descansar y disfrutar de lo conseguido.

¿Qué es lo que generalmente pasa cuando llegamos a la tan perseguida meta? Si no nos hemos dado cuenta y no hemos sido lo suficientemente listos para parar antes, cuando llegamos a lo que creíamos que era la meta nos encontraremos con que no se parece mucho a lo que habíamos soñado.

Si nuestro objetivo había sido ser un referente en alguna profesión y haber alcanzado el éxito, probablemente nos daremos cuenta de que no somos más que uno más del montón y que nos no nos queda ni fuerza, ni tiempo, ni vida para disfrutar nada.

Enfocarse solo en el futuro no nos va ha hacer mejores ni tampoco nos hará más felices. Igual no te has parado a pensarlo pero nunca podrás tener éxito en algo que no disfrutas haciendo ¿Cómo podrás dedicarle las horas y el empeño necesario para alcanzar el éxito a algo que no te apasione hacer?

Elige el personaje público que más te inspire, deportista, escritor, pintor … ¿Te imaginas como habría podido llegar a donde haya llegado si no hubiera disfrutado lo que hacía? ¿De donde podría haber sacado la determinación para practicar la cantidad de horas necesarias, la entereza para superar lesiones, la voluntad y la fortaleza mental para no hundirse en los malos momentos?

Ser el mejor no solo va de echarle horas. Ser el mejor va de echarle horas Y ADEMAS de disfrutar con lo que estas haciendo.

No va de correr hacia algún sitio, va de tener claro hacia donde vas; va de ir avanzando paso a paso de forma  planificada con la vista puesta en tu objetivo Y ADEMAS disfrutando del camino.