Las persona más agradecidas son también las persona más felices. El ser capaz de valorar lo que tenemos y agradecer lo que la vida nos ofrece cada día, nos permite cambiar el foco y dejar de mirar las cosas que no tenemos.

Te propongo un ejercicio que puede ayudarte a dar un paso en esta dirección. Antes de dormirte, haz una revisión de tu día y busca al menos 3 cosas por las que puedes sentirte agradecido. Hazlo durante todas las noche durante un mes y dime luego como te has sentido.