El desarrollo de las fortalezas es algo que está ahora muy de moda pero, ¿sabemos realmente a que nos estamos refiriendo?

Desarrollar nuestras fortalezas, aquello en lo que ya somos buenos y en lo que con la práctica podemos llegar a destacar, pasa por ser capaces de cambiar el foco, dejar de fijarnos en lo que no funciona para poner la atención en aquellas cosas que hacemos bien.

La sociedad, en general, tiende a poner el acento en aquello que no funciona ya que es ahí donde, se supone,  existe un mayor margen de mejora. Esto es algo aceptado por la mayoría. Crecemos con esta creencia y con ella vivimos, educamos a nuestro hijos y dirigimos nuestras empresas.

No existe malicia alguna, es algo que se hace con la mejor voluntad y con el fin de ayudar al desarrollo y el crecimiento de las personas y, sin embargo, ese planteamiento no es real. Peter Drucker en su libro The Practice of Management, declara que “se necesita mucha más energía y esfuerzo para pasar de la incompetencia a la mediocridad, que para pasar de un desempeño bueno a uno excelente”

Esta afirmación puede resultarnos difícil de creer. En líneas generales, ya sea en el ámbito particular o profesional, este nuevo planteamiento es algo que nos cuesta aceptar. Aún así, existen algunas excepciones en las que está absolutamente asumido como, por ejemplo, en el deporte profesional. Nadie invertiría tiempo ni dinero en el desarrollo de un deportista que no haya demostrado un talento natural excepcional.

Sin embargo, en la mayor parte de las empresas, desarrollar las fortalezas de sus empleados es algo que todavía no se contempla. El foco, sigue estando en las debilidades y se invierten cantidades ingentes en formar a los empleados que, quizá, podría reducirse si se ampliaran los requerimientos exigidos, incluyendo las fortalezas necesarias para el correcto desempeño a la hora de contratar.

Markus Buckingham y Donald Clifton, en su libro Ahora, Descubra sus Fortalezas hablan de que la mayoría de las compañías se organizan bajo dos supuestos a los que yo he querido añadir un tercero:

Todas las personas podemos llegar a ser competentes en prácticamente todo. Cierto, pero ¿en cuánto tiempo y a qué precio? ¿Ser competente es suficiente?

El mayor margen de desarrollo está en el área de mayor debilidad. No es cierto. El mayor desarrollo podremos verlo en aquellas áreas para las que tenemos facilidad. En el desempeño de aquellas cosas que se nos dan bien y que además disfrutamos haciendo.

Una vez superados los requerimientos académicos todos servimos para todo. Puede ser cierto pero con matices. Es posible que habiendo estudiado Ciencias Económicas una persona pueda trabajar en un departamento comercial o en un departamento financiero pero, si además tiene la comunicación y la persuasión como parte de sus fortalezas, será mucho más feliz y más útil para la empresa en el departamento comercial.

La Organización Gallup, compañía multinacional que trabaja activamente en el desarrollo de las fortalezas en las empresas llevó a cabo una encuesta con el fin de fundamentar su trabajo. Participaron en ella 198.000 personas, todos empleados de sus empresas clientes.

El resultado reflejó que solo el 20% de los encuestados podía hacer diariamente en su trabajo aquello que hacía mejor. Sin embargo, aquellas empresas o departamentos que tenían la mayoría de sus empleados dentro de este 20%, eran un 38% más rentables que la media, tenían una rotación de empleados un 50% menor y la satisfacción de sus clientes era un 50% mayor.

Esta es una buena noticia y una gran ventaja para aquellas compañías que quieren estar en vanguardia de su sector, ya que la gran mayoría de las empresas siguen sin capitalizar las fortalezas de sus empleados.

Cambiar el foco, dejar de buscar las debilidades de las personas para empezar a ver en que cosas destacan, permitirá descubrir sus talentos naturales y a partir de ahí, será fácil ofrecerlas puestos donde su trabajo les permita convertir esos talentos en fortalezas.

No solo se conseguirá tener empleados mucho más satisfechos sino que además se conseguirá una organización mucho más productiva y mucho más eficaz.