Hasta 1954, se creía que correr una milla en menos de 4 minutos era algo imposible. Los médicos, fisiólogos y científicos aseguraban que el la fisiología humana hacía imposible correr más rápido y de hecho los corredores demostraban que esa afirmación era cierta y hasta entonces ninguno había sido capaz de romper esa barrera.

Roger Bannister, estudiante de medicina de la Universidad de Oxford afirmó que era posible hacerlo en menos tiempo y que él lo haría. Ante la sorpresa de todos, corredores, fisiólogos, científicos y médicos, el 6 de mayo de 1954, Roger Bannister consiguió un nuevo récord mundial corriendo la milla den 3,59 segundos.

Seis semanas más tarde, el australiano John Landy volvió a batir el récord situándolo en 3,58 minutos. Al año siguiente en 1955, 37 corredores consiguieron resultados inferiores a los 4 minutos, y en 1956, fueron 300 los que hicieron la milla en menos de 4 minutos. A partir de ese momento dejaron de contar.

¿Qué había pasado? Sólo una cosa era diferente. Hasta Mayo de 1954, existía una fuerte barrera psicológica que Roger Bannister derribó. La creencia de que no se podía recorrer una milla en menos de 4 minutos estaba establecida en el subconsciente de todos los corredores hasta que Roger Bannister demostró que era una falsa creencia.

Esa no es más que un ejemplo de como las creencias nos limitan o nos empoderan. El poder de la mente subconsciente hace realidad nuestros sueño o nos aparta de ellos.

En palabras de Henry Ford ”Tanto si piensas que puedes como si piensas que no estás en lo cierto”

Aunque esta frase no sea en todos los casos cierta, lo que sí es cierto es que las creencias que tengamos sobre nosotros mismo y nuestras capacidades afectan directamente a nuestro desempeño.  Esto sucede especialmente por dos motivos, por que aumentan nuestra motivación y por que nos hace ser más constantes.

Cuando consideras que eres capaz de hacer algo, estás más motivado para invertir más tiempo y esfuerzo en su realización y eso,  finalmente, te permitirá conseguir mejores resultados. Al mismo tiempo,  el poder obtener un resultado inferior al que crees que mereces es algo que no estás dispuesto a aceptar.  Te haces mucho más constante en tu esfuerzo para asegurarte que el resultado alcance o supere tus expectativas.

Nuestra mente es un prescriptor poderoso. Es posible que no sea tan potente como algunos libros nos quieren hacer creer pero sin duda muy poderosa. Creer que somos capaces de algo, ayuda, pero no es suficiente. No podemos manifestar una realidad simplemente pensándola.

El ser positivo, creer que eres capaz, es una parte de la ecuación pero, el trabajo, la habilidad y la suerte forman la otra parte. Si sólo te apoyas en el falso optimismo, tarde o temprano te llevará a la desilusión y a la desesperanza.

Nunca debes confundir la fe de que al final vencerás – que es algo que nunca debes perder- con la disciplina de afrontar los hechos más brutales de tu realidad, cuales quieran que estos sean – Almirante Jim Stockdale