¿Qué crees que te haría ser mejor, enfocarte en mejorar tus fortalezas o enfocarte en mejorar tus debilidades?

Si crees que enfocarte en el desarrollo de tus debilidades es lo que más te haría mejorar, te diré que estás dentro del grupo mayoritario pero, al igual que la mayoría de las personas, estás en un error.

Para la mayor parte de las personas, enfocarse en las fortalezas tiene poco o ningún sentido. No ven la necesidad de dedicar esfuerzo y tiempo a algo que ya hacen bien, mientras que podrían dedicarlo a mejorar algo en lo que no son tan buenos.

Este pensamiento es también el dominante en casi todas las escuelas y las empresas y, sin embargo, enfocarnos en las fortalezas podría significar una importante mejora en nuestra vida personal y profesional.

En palabras de Peter Drucker, en su libro Practice of Management “Sólo cuando operas a partir de tus fortalezas puedes lograr la verdadera excelencia. Uno no puede construir el desempeño basado en debilidades. Es necesaria mucha más energía para pasar de la incompetencia a la mediocridad que para mejorar de un desempeño de primera clase a la excelencia”

Es muy difícil crear una empresa exitosa cuando el foco está en las debilidades, igual que es muy difícil criar a una hijo exitoso cuando sólo le hacemos trabajar en aquello que no hace bien. Trabajar en lo que no haces bien no genera ninguna motivación y, el comprobar que aún esforzándote mucho el resultado no es el esperado, minará tu autoestima y la confianza que tienes en ti mismo.

Esa sensación de no ser capaz acaba extendiéndose a todas las áreas de tu vida e incluso afectará negativamente al desempeño en aquellas áreas en las que, inicialmente, eras bueno.

Enfocarte en tus fortalezas tiene el efecto contrario. Es muy difícil construir sobre las discapacidades, hacerlo sobre las fortalezas es mucho más fácil, tanto para alcanzar el éxito como para aumentar tu felicidad.

Ventajas de enfocarte en fortalezas.

Aumenta tu confianza y autoestima: Trabajar en algo que ya haces bien te permitirá destacar y convertirte en un referente en la materia. Saber que eres bueno te hará sentirte seguro y confiado.

Mejorara tu desempeño: Esa sensación de seguridad y confianza se extenderá por todas las áreas de tu vida, afectándolas positivamente. Te permitirá sentirte motivado y confiado para tener un mejor desempeño incluso en las áreas en que no eres tan bueno.

Afectará tu vida personal y tu felicidad: Tener una alta autoestima no solo te hará trabajar mejor, también te permitirá relacionarte mejor. No tienes miedo, eres más abierto, estás más dispuesto a compartir y a ayudar a los demás.