Para triunfar en la vida muchas cosas son necesarias. Algunas son tangibles: estudios, masters idiomas y otras mucho más intangibles: compromiso, afán de superación, capacidad de trabajo, voluntad etc.

La mezcla correcta entre unas y otras puede variar, pero hay algo que no es negociable y que hay que cuidar y preservar ya que es lo más importante que tenemos y nuestra mejor tarjeta de visita : la reputación

La reputación es ese intangible que nos puede abrir o cerrar puertas. Todos queremos
relacionarnos con personas con buena reputación. Estar considerado como una persona integra, honesta, responsable y con valores, te puede abrir más puertas que el mejor posgrado.

La reputación de una persona es algo parecido a la imagen de marca y va mucho más allá de lo que la persona presenta de si misma en un curriculum. Su creación comienza en la juventud y te acompañara donde vayas.

Cada vez empezamos antes a formarnos esta reputación, a construir nuestra huella individual y casi indeleble. Internet y, particularmente, las redes sociales contribuyen a comunicar al mundo quienes somos, cuales son nuestros ideales y que nos mueve en la vida. Esa imagen, ya sea buena o mala, perdura en la nube haciéndose cada vez más grande y más difícil de borrar.

Ser una persona con una reputación sólida es fruto de un trabajo constante en la dirección correcta. Algo que tarda una vida en crearse, se deshace fácilmente con una mala decisión.

En el mundo en que vivimos es fácil equivocarse. Actualmente, cuando parece que pisotear los valores es algo que está de moda, es fácil pensar que cruzar la línea puede no tener ninguna repercusión.

Aunque por lo que vemos en la televisión pareciera lo contrario, el mundo sigue siendo de la gente con principios. Gente integra y con valores definidos que defiende a ultranza y con los que no están dispuestos a negociar.

Esa gente puede mirar al mundo a los ojos, con la cabeza bien alta, orgullosa de quien es y tranquila por saber que no ha caído en la tentación de buscar atajos fáciles que les llevaran a alejarse de ellos mismos.

Esa gente,  no sé si es la que triunfa en la vida.  La sociedad está tan enferma que a veces parece que premian  justo lo contrario, pero lo que si es seguro es que esa es la gente con la que a la mayoría de las personas nos gusta estar, nos causan admiración, quizá precisamente por su escasez, y son a los que estaríamos dispuestos a seguir con independencia del cargo que ocupen.